martes, mayo 25

Tip goloso

La cocina no es exactamente mi fuerte pero acá les cuento un descubrimiento. Resulta que un día estaba preparando un bizcochuelo de chocolate. Había comprado el polvo, le había agregado la leche y los huevos, había enmantecado y enharinado el molde. Todo iba bien. Pero timbre va, teléfono viene, me salteé un paso que yo hasta el momento consideraba súper importante: batir el preparado antes de pasarlo al molde. La cuestión es que ya vertido, no había vuelta atrás. Sin saber cómo quedaría, me arriesgué y lo cociné igual.
Acá es donde viene lo interesante. Parece que toda la vida nos habían hecho creer que este paso era fundamental, mientras que la verdad es que, pese a que no batí la mezcla, no sólo salió bien, sino que además salió mucho más esponjosa de lo normal. Igualmente, no estoy segura de que haya sido por no batirlo que haya salido tan bien.
Tal vez fue pura casualidad, pero vale la pena intentar, ¿no?
Besos y abrazos,
Serena

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